Le robé a las nubes algo de suavidad, para acercarme sin raspar
para ablandar mi caminar, para limar mi áspero comunicar
Porque no me sirve el valor sin el tacto,
no soy más una cobarde, no tengo miedo esta vez
No tengo hogar y recordé: mi destino era el viento
Absorbida aún en mis propias intenciones no consigo hacer del acto
mi movimiento principal
atorada entre piedra y piedra que no dejo de chutear
sigo oyendo el eco de mi propia voz que ordena marchar
pero no lo notas? mi sonrisa sombría asoma al acercarme al abismo
¿qué estoy esperando? ¿que no haya vuelta atrás?
No importará, si los malditos zorros sabremos sobrevivir
Quizás no quiera las nubes
Quizá solo quiero ser real, voy a romper tu cristal
voy a atravesar tus paredes
me voy a colar en el silbido del viento otoñal
voy a ser lo que suelo ser... lo que siempre fui
y seré
un instante
No hay comentarios:
Publicar un comentario