Van a ser las seis de la mañana, sueño se ha ido, me ha abandonado...
por un instante, de 3 minutos dudé... ¿qué hacer?
Se disparó una idea en mi cerebro de tal velocidad y magnitud, incontenible, irreconciliable.
Si no hacía nada existe la posibilidad de que me arrepintiera hasta el último día de mi vida.
Sin embargo, tampoco me salía gratis, y otra vez sin embargo, no me importó, así que tomé las llaves la parca y la bici saliendo lo más silencioso y veloz que pude, a la vez.
Sólo sentí viento frío en mi rostro y lo único que me importaba en ese momento era pedalear,
pedalear hasta que no me quedara aliento, pedalear en su dirección, la neblina más el smog temuquense nisiquiera me dejaban ver lo que había en mi camino, salí a las 2 am.. y a las 2.28 había atravesado casi todo el transcurso.. tomé un camino largo en mi desesperación y mi decepción fue tal al no hallarle, que ni puedo ser capaz de expresar lo que por mi mente y mis reacciones fisiológicas pasó.
Sólo sé que cabizbaja, padaleé vacilante, mis oídos zumbaban y dolían, las gotas de rocío niebla y humedad caían de mi pelo, mi pecho parecía tener una sensación tan densa que me obstruía toda la respiración y mis brazos ardían... como sólo ellos lo saben hacer.
pedaleé porque por mí también se preocuparían si no regresaba esta noche. Y aunque no quería, y aunque sentía tantas cosas cruzadas, contra mi voluntad y con esas sensaciones de mierda regresé...
mi mente destruída, sin saber que pensar, le obligué a leer, leer la clase de cosas que me suele llenar el vacío emocional... una dosis de cortazar,borges,wilde,galeano, y finalicé maliciosamente con poe.
Busqué el material y redacté la mejor introducción que pude sobre el trabajo, y me congelé otra vez.
Sentí tal frío, que lo negué... mi mente tan helada y mi corazón puro ardía
y entonces lo comprendí, que aquella sensación tan hondamente escondida en mi interior y a la que tanto temo es aceptar el dolor, por primera vez en tanto tiempo quise volver a golpear la pared, golpearla hasta que mis nudillos sangraran... ¿por qué elegir aceptar el dolor?
Porque esta noche me he dado cuenta de algo importante, la incertidumbre es mil veces peor que la confusión. Porque si en la confución no tienes ni esto ni lo otro, por lo tanto no tienes intenciones de nada, o de todo o de nada... pero la incertidumbre bloquea todas tus intenciones, cualquiera que tengas la toma y la sumerge en dudas en futuros en que pasaría si y las asfixia, las atonta, las mantiene ahí. Nadie puede decirte el tiempo que esto dure entonces ¿qué más te queda? aceptar tu inutilidad, aceptar que aunque quieras hacerlo todo no puedes hacer nada, aceptar entonces que te duele.
Aceptar tu dolor-
y aun así, aun así no puedo llorar
aun así solo deseo levantarme y golpear esa pared
aun así
aun así aunque lo consiga, aunque logre sentir realmente la magnitud del dolor que provocan mis pensamientos...
TAMPOCO PODRÍA HACER NADA????
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