Conozco los recorridos, en mi memoria... Donde solías pasear, donde solíamos pasear.
Lo que solíamos comer, lo que solía sentir... ahora solo pienso en que te fuiste
Conozco el recorrido de tu espalda, y ahora pruebo el sabor amargo de su ausencia
No quiero olvidar el sabor de sus besos, ni como se sentía exponer mi alma
y todo mi ser, para presentártelo...
En qué momento dejé de ser yo... en qué momento
todo esto pasó
tan rápido, tan intenso, tan fuerte, que llevo tu nombre tatuado
en cada rincón de mi piel
Y las noches son dolorosas, solitarias y eternas.
Y mis mañanas ya no son dulces, ni cálidas, ni románticas.
Son grises, rutinarias e incompletas.
Antes de dormirme pensaba en ti, al despertar pensaba en ti
ahora, me desvelo con esta sensación
y ya ni me quiero levantar.
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